Руcский язык
Esta entrada va a ser una reflexión sobre la clase de ruso que tuvimos el pasado lunes.
Como estudiante de lengua rusa durante cuatro años, sabía del reto al que nos enfrentábamos al participar en una clase en la que la profesora sólo nos iba a hablar en la lengua meta.
Tengo que decir que fue una clase muy interesante, gracias a la cual vimos que sí que es posible hablar a los alumnos en la L2, aunque estos se encuentren en los niveles más bajos de la lengua.
También ayudó mucho los esfuerzos que hacía la profesora para hacerse entender. Utilizó un soporte de imágenes para enseñarnos el vocabulario que quería, repetía las instrucciones de las actividades, daba diversos ejemplos y se ayudaba de los gestos.
Me gustó bastante que hiciéramos diferentes actividades con la misma temática (una fiesta), así que no nos pareció aburrido y la clase se pasó bastante rápido. Además, la profesora fue cambiando de dinámica en cada actividad (individual, en parejas y en grupos de tres).
Es cierto que no entendíamos todas las explicaciones de la profesora a la perfección, pero la comunicación no verbal nos ayudó y, además, sus instrucciones eran concisas, breves y siempre llevaban ejemplos.
Lo que más me sorprendió de todo fue la enorme cantidad de actividades que se pueden sacar de un sólo diálogo (toda la hora giró en torno a este) y que en ningún momento perdimos la atención. La verdad es que fuimos todos bastante participativos.
¡Me encantaría repetir la experiencia!